A doña Rosy
Desde el meliponario. Espacio abandonado
Vino la muerte caminando
Monte y moscos ha esquivado
En su víctima está pensando.
En Ecosur hay tantas gentes
Para al “más allá” llevar
Tantos culpables, tantos inocentes
Porque a Ella le tiene que tocar.
La victima es una mujer
En su rostro tiene una sonrisa dibujada
Su trabajo es ofrecer Su amistad a nadie tiene negada
Tan amable, tan sencilla,
Tan devota, tan amiga,
Ajo el árbol su puesto brilla,
Desde hace 7 años su sazón
A esta Unidad Abriga
2 p.m. la muerte llega a la cafetería
– Doña Rosy tenemos que hablar
Espérame huesuda, la comida tengo que terminar.
¿Y que ha cocinado hoy?
Race and beans… estas de suerte,
Si quieres una orden te doy
-Sí, muero de hambre- Dijo la muerte.
Al terminar sus alimentos, la muerte se le acerco.
¿Qué te pareció huesuda?
¿Qué es lo que querías hablar?
Señora a usted la he venido a buscar,
¿De qué hablas?
Del lugar de los vivos me la tengo que llevar
¿Y eso cuando sucederá? Porque el viernes
“Pibipollos” voy a preparar
Pensativa la muerte respondió
-Entonces mejor apártame una orden y después de comer
Este asunto, podremos resolver.
Es difícil aprender a vivir el presente,
¡¡Vamos a intentarlo, vamos a imaginar!!
No dejemos tanto de nosotros para el futuro,
Porque en el futuro, tenemos una cita con la muerte,
A la que no podemos faltar…
Alfredo Yánez – Laboratorio de Qumica.