El señor Adolfo muy impaciente esta
Dicen que la catrina es su prometida
Pero nunca llega a su cita
Muy sonriente don Adolfo
Este año espera el amor de su vida.
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En la explanada del zócalo de puebla se encontraban los muertos
Cuando llego el Gober y les “dijo aquí no queremos incienso”
¡Regresen a su tumba a ver si ya puso la marrana!
Esas fueron sus últimas palabras del Gober, ahora ya está en el cementerio.
Y la calaca en la explanada disfrutando de unas ricas empanadas.
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La parca anda muy enamorada de un buen amigo que se llama Rafa
Andan muy juntitos, hasta les brillan los ojitos
Ese amor tiene sus ventajas, pues por ser su noviecito lo dejara vivir otro ratito.
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A la frontera se va la parca aganar unos dólares
Con tanta delincuencia en México hasta ella
ya tiene miedo de andar de vaga.