Estaba la calaca tilica y flaca
Sentada en una banca, esperando a la gente
que llegara del panteón, después de varias horas llegaron
a sus casas, la calaca tilica y flaca muy desesperada
les dijo ¡donde andaban, ya es hora de que se vayan conmigo a mi morada!
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Van corriendo los muertos pues la casa de Guadalupe andan buscando
Ni aquí, ni allá, no saben llegar y esos ricos tamales y chocolates se van a enfriar
Ya se esta terminado la noche y los muertos ya están muertos de hambre, ¡que barbaridad, nosotros con hambre y no podemos llegar!